Sinopsis
La idea borgiana de que quizás el Universo sea infinito, es una de las premisas sobre las que se ha fundado la laberíntica Biblioteca de los Libros Perdidos, que, de la mano de su subsubbibliotecario, el autor de este libro nos invita a visitar. Borges dijo: “Basta que un libro sea posible para que exista”, esta frase preside la entrada a estas enormes salas, algunas de las cuales tienen en realidad un aspecto kafkiano, donde se amontonan en aparente desorden obras robadas, quemadas, desaparecidas de los modos más violentos o enigmáticos que pueda imaginarse, o incluso jamás escritas pero efectivamente creadas por sus autores.
En este delicioso juego literario, Alexander Pechmann hace un magistral recorrido por las obras que nunca llegamos a leer de Malcolm Lowry, Mérimée, Byron, Blaise Cendrars, Helmann Melville o Safo de Lesbos, en lo que es tanto una invitación a la lectura como un salto al País de las Maravillas, resumiendo argumentos, explicando cómo se perdieron o por qué motivos no llegaron a escribirse.
Ningún lector debería dejar de leer los libros que jamás podrá leer.