Sinopsis
Hay personas a las que vale la pena escuchar. Entre tanto ruido y medias verdades, susurran por lo bajo sus voces para armonizar el caos. Escapan de los maniqueísmos propios de ideas convencionales carentes de audacia y originalidad. Son artífices de la palabra que logran develar la magia oculta en lo visible y transformar las piedras en auténticas pepitas de oro. Un tal alquimista es José Eduardo Agualusa.
Entre musas cautivas y remolinos de mariposas, su estilo nos atrapa en una caprichosa red de divagaciones, crónicas, cuentos y notas periodísticas. Por sus páginas transitan personajes tan actuales como Elon Musk, Vladimir Putin o Jair Bolsonaro, y olvidados como Morgan Robertson, Cadornega o Cunha Moraes. Agualusa denuncia, se enoja, sentencia. También se detiene, suspira y contempla compasivo aquella tierra incógnita que vibra en el aroma del mango, en el silencio de un hombre frente al mar o en la orquesta de la naturaleza.
El más bello fin del mundo es una colección que regala prodigios. José Eduardo Agualusa demuestra una vez más cómo las palabras justas pueden evocar a los dioses y convertir a sus lectores en universos en expansión.