Angélica Gorodischer

nació en Buenos Aires y desde su infancia vive en Rosario. Comenzó su carrera literaria a comienzos de la década del sesenta, y en 1964 ganó un concurso de relatos policiales de la revista Vea y Lea. Obtuvo el premio Emecé por la novela Floreros de Alabastro, alfombras de Bokhara en 1985, premio Gilgamesh al Mejor Cuento Fantástico por "Retrato de la Emperatriz" y al Mejor Libro de Narrativa Fantástica por Kalpa imperial en 1991, y el Konex de Platino dentro de la categoría de Ciencia Ficción en 1994.  En estas cuatro décadas de labor literaria ha incursionado con felicidad en diversos géneros: fantástico, ciencia ficción, relato histórico, novela erótica. Entre otras obras ha publicado Cuentos con soldados (1965); Opus dos (1968); Casta luna electrónica (1977); Trafalgar (1979); Kalpa imperial (1983); Jugo de Mango (1988); Fábula de la virgen y el bombero (1993); La noche del inocente (1996); Doquier (2002) y Tumba de jaguares (2005). Ha sido traducida al inglés, alemán, francés, ruso y checo.