Sinopsis
El 3 de febrero de 1882 fue una jornada agobiante en Buenos Aires. Sin embargo, para Xavier Durand, pintor legendario, estrella temida y reverenciada en la ciudad, fue mucho más que eso. Ese día su salud se desmoronó. En la cumbre de su éxito, tirano en su vida social y privada, cayó al fondo del abismo. Perdió el control de su cuerpo y cobró conciencia de la muerte cercana. La corte que lo adulaba se dispersó; permanecieron cerca los leales, que no necesariamente lo amaban: su marchand, el criado Juan e Irene, esa mujer de caracter en apariencia menudo, de pasos tenues. Pero además, a partir de ese día, el pasado comienza a rescribirse. Xavier Durand, aquel hombre implacable, que subordinaba todo a su arte, se dulcifica. Por remordimiento, por debilidad y por la sospecha genuina de haberse equivocado en tantas cosas. Irene, esa muchacha que estaba en las sombras, se vuelve una mujer indispensable en su vida. Quizás demasiado. Y al cabo, ¿quién es ella? ¿De dónde proviene realmente? ¿Es confiable o esconde un anhelo de venganza, algo destructivo y visceral? Con una prosa exquisita y un absoluto dominio de los climas y el desarrollo de la trama, Vlady Kociancich escribió una novela sobre el fantasma de la posteridad, sobre el tardío descubrimiento del amor. Abisinia, joya casi secreta de la literatura argentina, narra el encuentro de dos personas que se cruzan a destiempo y que tampoco podrían haberse cruzado de otro modo. Es un encuentro dichoso y quizás fatal, como el de tantos amores, y como el de la pasión devoradora por el arte.