es escritora y ha cultivado tanto el ensayo (Débandade, Sourire auxéclats…), como el teatro y el guión televisivo y cinematográfico, pero sin duda es sobre todo conocida por sus novelas, entre las que destacan particularmente Les belles menteuses, Mémoires d’Hélene y Botticelli. Retrato en claroscuro, que forma parte de un ciclo narrativo dedicado a la ciudad de Florencia en su siglo de mayor esplendor.
Sophie Chaveau ha encontrado un espléndido equilibrio entre la vida interior y el contexto histórico al convertir en novela la vida de un pintor destinado a cambiar el rumbo de la historia del arte, Sandro Pilipepe, apodado desde muy joven Botticello (el tonelete). La transición de aspectos como su vida amorosa junto al hijo del que fuera su maestro a temas como al evolución de su concepción de la pintura y sus técnicas o a sus ideas sociales y políticas, convierten la novela de Chauveau en un espléndido modo de captar en toda su complejidad y riqueza la trayectoria de Botticelli, además de recrear la Florencia de la época con personajes, como Lorenzo el Magnífico y Leonardo da Vinci y; acontecimientos como, la conjura de los Pazzi o las apocalípticas profecías de Savonarola.