Sinopsis
“¿Qué mejor definición podría darse del individuo que la de un ser para el amor? La premisa de su libertad es su capacidad de enamorarse, concebida como la expresión singular de su deseo.” A partir de esta sentencia, que esconde el interrogante de porque nos enamoramos de tal persona y no de tal otra, Tobie Nathan escribió un ensayo insólito y fascinante sobre el encantamiento y la pasión amorosa, esas redes invisibles en las que estamos envueltos.
Como sentimiento, como emoción capaz de colmar, eclipsar o arruinar una vida el amor es un enigma desde el origen de los tiempos. Todas las explicaciones racionales, los intentos de reducirlo a una fórmula, se estrellan contra su efervescencia y su imperio arrasador. En vez de tomar ese camino, este libro recorre y analiza una historia mucho más original, cargada de ilusión, creencia y frenesí: la historia de los hechizos, pócimas, perfumes y embrujos a los que hombres y mujeres se entregaron para lograr la devoción de la amada o el amado. Con lucidez y con humor, con el saber de un antropólogo y la perspicacia y la agudeza de un notable escritor, Tobie Nathan traza un mapa histórico que atraviesa la antigua Roma, los pueblos primitivos de Asia y África, el Renacimiento y llega hasta el presente.
De lo que se trata, en última instancia, no es de dar con una ecuación que lo explique sino de reconocer la fuerza del amor y ser capaz de entregarse a ella. Aceptando sus condiciones: porque una vez que se activa, su poder no se puede controlar. La pasión amorosa es sinónimo de felicidad, de locura, de anarquía. No hay que buscar dominarla, hay que sumergirse en ella. Hay que seguir el embrujo.