Sinopsis
La política argentina de fines del siglo XIX ha sido un manantial para explicaciones simplificadoras, para la creación de etiquetas e ideas fijas que sobrevivieron largamente a su invención. Desde la idea de la “Generación del Ochenta” hasta la tipología de “oligarquías gobernantes”, la disyuntiva ha pasado por establecer las intenciones y la ideología de los dirigentes, dejando en sombras su accionar diario, la manera en que política se construyó. No deja de ser curioso que desde ambas veredas se haya omitido, en general, un análisis exhaustivo del partido que ganó todas las elecciones entre presidenciales entre 1880 y 1916; el PAN. Partido hegemónico, con un bajo o directamente nulo nivel de institucionalidad, fue quien detentó el poder de la naciente Argentina. Cada cuatro años “consensuaba” un candidato a la presidencia, y luego triunfaba, a menudo apelando a artes muy distantes de lo notable y cristalino, con un orden apenas aparente, con unas prácticas partidarias que luego serán desmentidas, como si hubieran sucedido en otro universo. El título de este libro, Jardines secretos, legitimaciones públicas, refleja precisamente esa doble instancia. Lo que ha hecho Paula Alonso es una tarea que increíblemente no se había realizado hasta hoy: analizar la dinámica de este partido en todo el país, ver cómo funcionaban los intereses y componendas provinciales en la elección del candidato de cada momento, revisar el rol de la prensa. El resultado es un texto fascinante, que muestra otra Argentina, la pública y también la de la trastienda, donde lo público se tramaba. Luego de éste libro se podrá seguir discutiendo si hubo o no una generación de pioneros que forjó el país; lo que difícilmente pueda sostenerse es que lo hicieron siempre dentro del señorío y la legalidad política e institucional.