Una revolución familiar y social La píldora anticonceptiva aparece en los Estados Unidos en 1960, cuando se hacen visibles nuevo modelos de relación entre varones y mujeres y nuevas pautas de moral sexual se asoman. La píldora puede ser interpretada como un símbolo de la liberación sexual femenina o como una nueva herramienta del imperialismo, es decir, como una respuesta a las demandas del feminismo y de las mujeres que deseaban desvincular el coito de la reproducción. También como un modo de controlar el crecimiento demográfico y apoyar los flamantes programas de planificación familiar.
es doctora en Historia por la Universidad de Buenos Aires e investigadora del CONICET. Sus temas de trabajo son: la
historia de las sexualidades, derechos sexuales y reproductivos y las vinculaciones entre sexualidad, política y religiones. Es coordinadora y autora de Madre no hay una sola. Experiencias de maternidad en la Argentina (2011), Los 60 de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina (2010), Género y...
Una revolución familiar y social La píldora anticonceptiva aparece en los Estados Unidos en 1960, cuando se hacen visibles nuevo modelos de relación entre varones y mujeres y nuevas pautas de moral sexual se asoman. La píldora puede ser interpretada como un símbolo de la liberación sexual femenina o como una nueva herramienta del imperialismo, es decir, como una respuesta a las demandas del feminismo y de las mujeres que deseaban desvincular el coito de la reproducción. También como un modo de controlar el crecimiento demográfico y apoyar los flamantes programas de planificación familiar. Mientras el boom de la población se volvía una obsesión en el mundo desarrollado, en la Argentina se vivía la situación inversa por la sostenida caída de la tasa de natalidad. Algo que explica que en 1974 el Estado restringiera la venta de anticonceptivos y prohibiera los programas de planificación familiar en sus dependencias, como alentaba la Iglesia Católica con mayor énfasis desde 1968. Karina Felitti analiza de manera brillante temas olvidados de las décadas del sesenta y setenta. Descubre una relación, no unívoca pero sí relevante, entre la “revolución sexual” y la “revolución anticonceptiva”, ambas puestas en vinculación con la idea de “revolución social y política” que caracteriza el período y que terminó recibiendo una respuesta implacable por parte del terrorismo de Estado a partir 1976.