Nacida en una familia burguesa, Simone de Beauvoir fue educada según la sólida moral cristiana vigente en la época. Cuenta en sus memorias la fuerte impresión que le causó, en su juventud, descubrir el ocaso de la religión: dejar de creer en Dios era asumirse plenamente responsable de sus propias elecciones. En 1929, después de conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, donde ambos estudiaban filosofía, se unió estrechamente al filósofo y a su...
Laurence piensa en ese rey que transformaba en oro todo lo que tocaba y que había convertido a su hijita en una magnífica muñeca de metal. Todo lo que ella toca se transforma en imagen. La ambientación y los protagonistas de “las bellas imágenes” sirven a Simone de Beauvoir en esta novela para mostrar la hipocresía y las mentiras del modelo burgués.