Sinopsis
La Argentina ha pasado en sus dos siglos de vida independiente por reiterados desencuentros. Desde sus comienzos, el control de la Aduana de Buenos Aires fue el origen de enfrentamientos y guerras civiles que postergaron por décadas la organización nacional. Hasta 1930, el pacto fiscal de la Constitución Nacional pareció expresar un consenso sobre la distribución de los ingresos y fue la condición del progreso de la Nación.
Sin embargo, desde la crisis de 1929, y luego con la Segunda Guerra Mundial, medidas que respondieron a situaciones de emergencia, perduraron en el tiempo alterando la carga tributaria entre nación y provincia, y entre distintos sectores de la sociedad. Se produjo entonces la ruptura de ese pacto fiscal, conduciendo a confrontaciones y crisis.
Todavía hoy, en el siglo XXI, los disensos sobre la participación de los impuestos entre la Nación y las provincias siguen siendo causa de serios conflictos, que tienden a resolverse del peor modo posible, con devaluaciones, y más recientemente con defaults, que perjudican a ahorristas y asalariados, y son un freno para el crecimiento a largo plazo.
Roberto Cortés Conde sostiene que esos fenómenos no fueron simplemente resultado de la mala administración de los gobiernos sino del fracaso, durante la mayor parte del período, de los regímenes fiscales vigentes.
Es decir, de las reglas por las cuales los gobiernos pueden cobrar impuestos. Esas reglas son la consecuencia de una noción específica del Estado, y una teoría sobre el poder. Cuando son consideradas arbitrarias y expoliadoras, los regímenes fiscales se vuelven ineficientes, generan elevados costos económicos, producen ciclos de inestabilidad política y empobrecen a la sociedad.
Este libro rastrea los antecedentes históricos más lejanos de este fracaso, que implica una relación singular con el Estado; es decir con la ley y el poder público.Y lo hace analizando los casos de la Argentina y los Estados Unidos, dos países con tradiciones culturales muy diversas, que dan a la luz sistemas de creencias y valores radicalmente distintos.